miércoles, 17 de abril de 2013

Pico Mulhacén. Cambio de aires en La Alpujarra.

   Puesto que la pasada Semana Santa el tiempo fue muy cambiante, decidir donde esquiar fue difícil, no solo a nivel de nuestra montañas más cercanas, sino a nivel de toda España.
   Como primera opción fue ir a Pirineos puesto que hacia unos días que reservamos refugio para hacer la travesía de Carros de Foc; pero un cambio de ultimísima hora motivada por la inestabilidad meteorológica y cerebral de alguno de los miembros del equipo, hizo que nuestro destino final fuera Granada, más en concreto Sierra Nevada.
   Con este cambio salimos ganando, pues a pesar de que el el tiempo no fue tan bueno como se esperaba, al menos algo si pudimos hacer (sobre todo comer Jamón de Trevélez, del bueno, bueno) cosa que en Pirineos hubiera sido imposible.
   Bien, pasamos a relataros la buena experiencia que acaeció en tierras Nazarís durante los pasados días 28, 29, 30, 31 de Marzo y 1 de Abril. Tras un largo pero no tan pesado viaje hasta el pueblo de Capileira, situado en el lado sur de Sierra Nevada, desde allí con mochila a cuestas y esquís en la mochila, tomamos un camino que sube siguiendo el cauce del Río Poqueira hasta llegar tres horas después al refugio del mismo nombre que se encuentra a unos 2500 m de altitud.

Central eléctrica.


 Loma del Mulhacén


Unos parientes paciendo.

 Camino del Poqueira.


Chorrillo y loma del Mulhacén

Iván lleva el calzáu más adecuáu pa caminar por el monte. Baila ahora bailarina.

 Vista desde el Refugio hacia el Río Seco, Cerro los Machos al fondo.


 Llegada al Refugio Poqueira.
 

Cenas y desayunos espectaculares en el refugio. 


El segundo día, con muchas esperanzas pero pocos síntomas de buen tiempo (la previsión era malísima, vientos de 100 km/h y muy nuboso) salimos del refugio remontando el río Mulhacén, sin rumbo claro, pues despendíamos de la evolución meteorológica. El viento era fuerte, pero hasta más o menos los 2800m la visibilidad era buena, a partir de aquí el resto de personas que subían comenzaron a dar vuelta, pero como buenos faltosos tiramos dirección cumbre del Mulhacén, y subir si subimos pero sufriendo la casi huracanada ventisca. Al llegar a la cumbre, foto rápida y p'abajo (si me dicen que estamos en la cumbre de Facéu también lo creo pues no se veía ni torta) a ver si visitamos el Vivac de la Caldera.

Salida del Poqueira

Remontando hacia laguna del Majano




Últimas palas y cumbre del Mulhacén.



Tras un descenso tortuoso a causa del viento, llegamos a palpu (gps) al vivac de La Caldera donde atechamos a ver si la cosa mejoraba. Al cabo de un buen rato, como la cosa se estaba poniendo peor (no se como podía ir a peor) tomamos la única decisión posible y lo más razonable desde que salimos del refugio, volver pal chigre del refugio y tomar unes cerveces. El descenso con algo de visibilidad, nos dejó disfrutar por primera vez de la nieve de Sierra Nevada.





Descendimos por el Río Mulhacén unos 200 m. por debajo del refugio aprovechando la visibilidad.


Con la barriga llena y la esperanza de que al día siguiente haga buen tiempo (pues las previsiones son buenas) nos vamos a la cama. A la mañana siguiente el viento se calmó un poco, y el cielo cada vez más despejado hace que el desayuno sea rápido (pero contundente) y fugazmente nos preparamos para la marcha.

Grata sorpresa nos encontramos al desayunar, nos encontramos inesperadamente con gente conocida, un grupo formando por Gaizka, Olaia, Irene, Ledurne, Aitor, Ana, José, y el malageño Andrés, con los cuales compartiríamos el resto de la expedición. No fué tan grata la sorpresa al ponernos las botas, pues el botín de la bota de Juan Carlos, había sido cambiado por otro de menor talla, y la persona que lo tenía se había marchado el día anterior, así que ese día Juan Carlos se quedo sin esquiar, y encima pateando del refugio al coche para buscar el dichoso botín.


Salimos del refugio con el ánimo alto.

El viento no remitía, pero las previsiones eran buenas.
 Para asegurar un buen descenso, nos encaramamos en la pala mas cercana (Loma Pelá) y desde allí, descenso rápido.



Pico Los Machos al frente, y Veleta detrás.

La Alcazaba.



Pico Mulhacén.

El descenso desde Loma Pelá, con buena nieve.





Incluso con algún pasito un poco mas tieso.


Tras el descenso, decidimos subir una vez más al Mulhacén, con la nieve bastante helada, no fue posible subir en esquís.



Grata sorpresa al ver que Juan Carlos  estaba en la cumbre sin esquís y con unas botas prestadas, menudo pateo se pego el tío.






El descenso por la loma del Mulhacén con muy mala nieve (dura y costra) hasta cota 2700 aproximadamente.



Como somos unos llambiones, descendimos todo lo que se podía por las lenguas de nieve, incluso por debajo del refugio.



Refugio Poqueira, el día cundió suficiente.

El premio al esfuerzo.


Ese día caímos rendidos, pero al menos disfrutamos de una buena jornada de esquí.


 A la mañana siguiente a pesar de la esperanza que teníamos de buen tiempo, las previsiones eran pésimas, y se cumplieron, a si que toco día de niebla, chupa y jamón.

 Una buena mojadura pillamos, bajando del refugio.






Pero una vez nos secamos, nos fuimos a hacer turismo por Trevélez (capital jamonera).


 Unas vistas de pueblo.







Y por supuesto, un poco de las exquisiteces de la zona.




Comida de hermandad y despedida del viaje.


 Hasta pronto amigos.









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