viernes, 4 de mayo de 2012

Aneto, el Sol existe.


Sí amigos, el Sol existe, ya es el cuarto día que estamos por los Pirineos y es el primer día que vemos el Sol; y menudo Sol, aunque el día está frío. Hoy decidimos subir al Aneto, aunque la cosa pinta bien por el buen tiempo, la acumulación de nieve de los días anteriores lo pone complicado.

Son las ocho de la mañana y nos ponemos en camino (decidimos arronchar en el refugio lo más posible para que nos hicieran huella), Jordi tras el accidente del día anterior tiene que quedarse en el Refugio (cosa que nos causa remordimientos, puesto que la ilusión que tenía por subir el Aneto y el espectacular día no se pagan con dinero, pero "el monte va seguir donde está"). La ruta seguida es la clásica, tou p'arriba hasta el Portillón superior, cruzar el glaciar del Aneto y tou p'arriba hasta la cumbre; el descenso si es posible lo haremos tou p'abaju desde la cumbre hasta plan de Aiguallut, subir a buscar a Jordi al refugio de Renclusa y poco a poco hasta Hospital de Benasque, sin más complicaciones.





Track equí.

Datos:




Dejamos atrás el refugio de Renclusa.

Por fin vemos en primer plano el Pico Paderna que subimos hace dos días

Al poco de comenzar vemos que nos acercamos a los diferentes grupos de gente que nos abren huella (esta es la procesión de Sábado Santo)

Inmersos en un espectáculo de luz y atónitos por la vistas, subimos poco a poco por el Barranco de la Maladeta.



Al volver la vista atrás, nos damos cuenta de la altura que se coge. Ye normal, ye tou p'arriba.



Vemos por fin la Madaleta y su glaciar.


Hacemos una diagonal dirección al Portillón superior.

Las placas de viento y la acumulación de nieve nos obligan a dar un pequeño rodeo y salir un poco más altos del Portillón.

Primera vista del Aneto desde el Portillón superior.

Paso clave del Portillón superior, con poca nieve pero mucho hielo.



Los ánimos están altos, el tiempo estable y tenemos el Aneto justo enfrente, aunque las distancias engañan y nos queda una buena pateada.

A consecuencia de la nieve acumulada, nos vemos obligados a descender hasta un sitio seguro en el glaciar,.

A partir de aquí nos toca abrir huella hasta la cumbre, cosa que no nos desagrada pues es un honor pasar con la nieve recién caída en una montaña como ésta.


Nos acercamos rápidamente a nuestro objetivo.


Comenzamos la última pala a cumbre, y ¡precaución!, la nieve tiene una sustentación limitada.

Vamos ascendiendo con precaución y mirando por el rabillo del ojo por si algo se moviera tras de nosotros.

Todo parece en orden, un sprint final y pasamos lo peor.


Apenas faltan 50 m a la antecumbre y la cosa sigue complicada.

Una vista a tras para contemplar el espectáculo. Iván con el pico Coronas en primer plano.

La antecumbre del Aneto ante nosotros, a escasos 10 m de aquí decidimos dar la vuelta, pues tendríamos que quitar los esquís y batallar con nieve hasta la cintura, cosa que nos llevaría un tiempo muy valioso y no estamos dispuestos a que nos pisen la bajada.

Durante el descenso nos dimos cuenta que la nieve estaba bastante segura (aun así, precaución)

Y por fin llegamos a un sitio "seguro", comienza aquí la hermana de la madre de todas las bajadas.

Nieve polvo hasta las rodillas,

Se esquía con soltura.

Un placer poder desvirgar esta nieve.

No hay más comentarios, solo disfrutar lo que el primer día parecía imposible.







Rápidamente vamos perdiendo altura.



Parece mentira que lo que tardamos tres horas en subir se baje tan rápido. Lo bueno dura poco.


Fondo del valle, Plan de d´Aiguallut.




1100m de descenso con pendiente moderada y nieve casi perfecta. ¿que más se puede pedir?

Pero lo bueno no se termina, y la nieve recién caída nos permite seguir esquiando y disfrutando.

Vamos disfrutando todo el valle con vistas impresionantes.



Una última mirada al descenso.

Aquí el río se sume y aparece unos 15 Km mas a bajo en otro valle.

El entorno en Pirineos es tan diferente al de la Cordillera que nos vamos deleitando.

Subida a la Maladeta desde el fondo del valle.

Una vez que recogimos a nuestro compañero Jordi en el refugio, descendimos poco a poco (aunque más parecía una carrera) hasta Baños de Benasque, donde finaliza nuestra aventura en Pirineos.


Fin de la expedición.


Pirineos 2012:






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