Pues este sábado con las ganas que teníamos de esquiar y para asegurar una buena esquiada pues decidimos acercarnos hasta Llánaves de la Reina que sin duda alguna es la meca del esquí de montaña de la cornisa cantábrica.
El dia prometía mucho y sin duda no nos defraudó ya que tuvimos un día espectacular si no fuera por el frío que pasamos, 12 bajo cero al sol con una sensación térmica del aire de unos 18 bajo cero, casi nada, que por poco nos tienen que cortar los dedos de las manos a todos del frío que pasamos.
Esta vez nos acercamos ocho castrones Alberto, Rubén, Luis, Iván, Juan, el soplagaites, Marcos y Don Juan Carlos, no hubo manera de engañar a más castrones.
La idea inicial era hacer la de mi madre hasta que las piernas nos aguantasen, pero pocas horas después nos dimos cuenta que al cocer mengua tou ya que con el fríu que estábamos pasando saldríamos de allí como centelles.
Enfocamos dirección a la Vegas del Naranco, con intención de acometer el Tres Provicias y después ver lo que haríamos a continuación.
Una vez pasado el Boquerón de las Bobias, ya se empieza a ver la larga pala por la que tenemos que subir.
La verdad es que día como este pocos de despejado y buen tiempo. Pero el frío era increíble, estábamos pasando fríu hasta p'arriba.
Una vez dando vista a la pala final del Tres Provincias, que como siempre es una de esas que en la bajada no te defrauda, aunque te haga sudar para subir.
Peña Prieta al fondo, un poco delicada con placas de viento que estaban al acecho de los que quisieran pasar por su linda diagonal.
Y como no podía ser menos una manada de castrones haciendo el faltosu en el Tres Provincias.
Y despues de una buena subida, viene una cojonuda bajada y pa encima de les buenes. Posiblemente una de las mejores bajadas de la cornisa cantábrica.
Estas bajadas son las típicas que hay que parar y mirar p'atrás, pa ver por donde bajaste por el buen sabor de boca que te dejan.
Ahí está el veterinariu con ese estilo de bajada tan peculiar que tien, que la verdá ye que no se sabe en donde lu aprendió, que finu ye.
Ya dando los ultimos giros, a la altura del Boquerón de las Bobias donde nos deleita el Iván con los últimos giros de la jornada.
Pues siendo las tres de la tarde, el frío sigue siendo el mayor aliciente del día ya que no hay ni una gota de agua por esos sitios sin congelar. Si no hubiera sido por el frío, el día sería redondo, por lo que nos deja con unas ganas tremendas para volver a meter un quite por esos lares y dejar surcadas todas las palas que teníamos metidas en la cabeza para hacer este sábado.
En fin, que ya tenemos disculpas pa volver.
FIN
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